miércoles, 30 de mayo de 2012

MUSEO DE LA REVOLUCIÓN MEXICANA

El museo se ubica Plaza de la República s/n, Col. Tabacalera, Delegación Cuauhtémoc.
El Museo Nacional de la Revolución se localiza en los sótanos de lo que iba a ser el Palacio Legislativo del gobierno de Porfirio Díaz. Dicho proyecto fue creación del arquitecto francés Émile Bénard, quien en 1904 inició la construcción de una obra que pretendía ser la máxima expresión del progreso y la modernidad que pregonaba el gobierno porfirista.El proyecto de Bénard consistía en la construcción de un palacio inspirado en el edificio del Reichstag en Berlín, reflejaba la más acabada tradición de la escuela de Bellas Artes de París, tanto en lo arquitectónico −que se podía apreciar en la precisión de los trazos y la excelente distribución de los espacios− como en lo decorativo, al contemplar el uso de materiales estéticos como el mármol y la inclusión de esculturas y pinturas que le darían carácter artístico. El Historiador de Arte Justino Fernández escribía: "De haberse realizado, hubiera constituido quizá el edificio gubernamental más grandioso de América”. A finales de 1985, como parte de la restauración de la Plaza de la República y de la recimentación del Monumento a la Revolución, las autoridades del Gobierno del Distrito Federal decidieron aprovechar las galeras del Monumento para crear el museo imaginado 50 años atrás; el cual se inauguró el 20 de noviembre de 1986 y desde entonces se ha dedicado a difundir todo lo relacionado con el movimiento armado de 1910 por medio de su exposición permanente y diferentes actividades.
El muse se divide en salas las cuales son:
•SALA La Consolidación del Estado mexicano
•SALA El Porfiriato
•SALA La Revolución democrática
•SALA La Revolución política
•SALA La Revolución Popular
•SALA La guerra Civil y la constitución
•SALA Las bases del nuevo estado mexicano
•SALA El Cardenismo

LA CONSOLIDACIÓN DEL ESTADO

El 15 de julio de 1867, la capital de México se vistió de fiesta para recibir a Juárez, que retornaba victorioso. Con su triunfo se consolidaba la república, que había sido amenazada y atacada por el imperio de Maximiliano y que la tenacidad del presidente constitucional y de sus colaboradores más cercanos, así como la resistencia del pueblo, había logrado sostener.

A los diez años siguientes, época en que se afianzó el gobierno republicano, se les llama a veces la República Restaurada aunque en realidad, la firmeza ejemplar del gobierno de Juárez logró que la república no desapareciera nunca.

Con el triunfo de Juárez y gracias al respeto que su gobierno tuvo por la Constitución y por las Leyes de Reforma, se consolidó el Estado mexicano. Disminuyó el desorden político y México comenzó a ser una república vigilante de sus leyes.

Juárez y su sucesor en la presidencia, Sebastían Lerdo de Tejeda, sabía que el país necesitaba impulsar su economía; rehacer la agricultura, multiplicar la industria, construir ferrocarriles y poblar las tierras no habitadas. Sin embargo, no pudieron realizar estos planes debido a la falta de recursos, las rebeliones de distintos pueblos indígenas que habían sufrido graves despojos de tierras, la inseguridad en los caminos llenos de bandoleros y las sublevaciones de algunos jefes militares.

En esa época se promulgaron leyes que fortalecieron la educación pública, y hubo más escuelas gratuitas que el gobierno sostenía para los niños. En 1873, además, se inauguró la primera línea de ferrocarriles, de la Ciudad de México a Veracruz. Fue construida con capital inglés y tardó quince años en terminarse.


EL PORFIRIATO 

Presintiendo que el presidente Lerdo de Tejada intentaría reelegirse, Porfirio Díaz decidió levantarse en armas. Formado en la guerra de Reforma y durante la intervención francesa, Díaz gozaba de gran prestigio entre los militares y de renombre en los círculos políticos del país. Con el triunfo del Plan de Tuxtepec, el cual lo llevó a la Presidencia de México para gobernar el periodo que comprende de 1876 a 1911 con un breve intermedio durante el gobierno de Manuel González.
En los 31 años del Porfiriato se construyeron en México más de 19,000 kilómetros de vías férreas con la inversión extranjera; el país quedó comunicado por la red telegráfica; se realizaron inversiones de capital extranjero y se impulsó la industria nacional.




LA REVOLUCIÓN DEMOCRÁTICA


“La revolución mexicana de 1910, no fue un proyecto de cambio social”
En la revolución mexicana de 1910, murieron miles de combatientes entre militares y rebeldes. Una guerra civil que duró 17 años. No fue ningún proyecto de cambio de ningún grupo político. Las condiciones de vida para la población eran esclavizantes: trabajo de sol a sol, sin descanso, maltrato, etc., aún con todo, la rebelión no fue organizada ni dirigida revolucionarios con un nuevo proyecto de país bajo un programa socialista. Se puede decir que casi no tuvo objetivos. No había partidos políticos de oposición. La conciencia de la revolución descansaba en los hermanos Flores Magón; quienes si tenían ideas de cambio y sabían que los derechos se debían de conquistar con la violencia, similar como se conquistó la independencia nacional y, no fueron las ansias de cambio de las condiciones de trabajo y de vida los factores que impulsó la rebelión, sino la falta de democracia en los procesos electorales.

LA REVOLUCIÓN POLÍTICA

El 13 de agosto de 1914, sobre el guarda fango de un automóvil, los generales revolucionarios Obregon y Lucio Blanco firmaron con el ultimo representante de un gobierno que se desmoronaba y con el jefe de un ejercito vencido en los campos de batalla, los acuerdos de Teoloyucan que formalizaron la entrega del poder a los revolucionarios vencedores, y la disolución del viejo ejercito.

LA REVOLUCIÓN POPULAR

La revolución política convocada por Francisco I. Madero y coronada por Venustiano Carranza desato una gigantesca movilización de masas, cuya explicación puede encontrarse en los agravios infringidos a las masas trabajadoras, particularmente campesinas durante el porfiriato. Entre otros agravios destacaba el despojo de tierras a los pueblos y comunidades por los hacendados con el apoyo y complicidad del gobierno. 

LA GUERRA CIVIL Y LA CONSTITUCIÓN

La guerra civil de 1915, que enfrento a los partidos de Carranza, o constitucionalistas, contra los de Villa y Zapata, llamados convencionistas, fue la etapa más violenta de la revolución mexicana. Se enfrentaron poderosos ejércitos mandados por jefes capaces, populares y carismáticos y termino con la destrucción militar de uno de los bandos. Los constitucionalistas victoriosos convocan a un congreso constituyente para reformar la constitución liberal de 1857. El primero de diciembre de 1916 Carranza entrego un proyecto restaurador de la constitución liberal a la que se añadía un poder ejecutivo fuerte.




LAS BASES DEL NUEVO ESTADO MEXICANO

El presidente Venustiano Carranza goberno nuestro pais de 1917 a 1920, tuvo la responsabilidad de poner en funcionamiento el nuevo gobierno.
Combatió a opositores de su gobierno, entre ellos a ex revolucionarios como Emiliano Zapata, a legisladores que se opusieron a sus iniciativas y disposiciones de gobierno. Campesinos y obreros se inconformaron por la crisis económica que se vivía. Al final un levantamiento armado desconoció a su gobierno por lo que Carranza tuvo que uir de la capital y finalmente murió asesinado.



EL CARDENISMO

Cardenismo es el nombre de la corriente ideológica inaugurada por Cárdenas; pero también se le llama así a la etapa en la que gobernó México de 1934 a 1940, aunque algunos detractores prefieren el término "Cadete". La corriente política del Cardenismo, surge así:
  • El ejército apoya el cardenismo y es leal a él, ya que le ha dado voz y voto y el poder presidencial que Lázaro Cárdenas llega a tener, no amenaza el poder militar, sino lo consolida, aunque a partir de Cárdenas el poder lo ostente la presidencia más que los generales.
  • Con los trabajadores impulsó el tema de los derechos mediante una gran confederación de trabajadores en donde todos estuvieron unidos al Estado y el Estado se comprometió a velar por los intereses de ellos.
  • El sector campesino y el indígena apoyan a Lázaro Cárdenas porque se les ofrece y entrega la reforma agraria.
  • A los empresarios les ofreció un proyecto económico viable.
  • A la iglesia la incluyó en su proyecto.



martes, 29 de mayo de 2012

MUSEO NACIONAL DE LAS INTERVENCIONES

Ubicación:20 de Agosto esq. General Anaya s/n Col. San Diego Churubusco CP 04120, Coyoacán, Distrito Federal
El Museo Nacional de las Intervenciones fue abierto al público el 13 de septiembre de 1981. El 6 de abril de 2006 se inauguró el salón de usos múltiples Gastón García Cantú y el centro de consulta El Catalejo de la historia, creado en la primera etapa del proyecto de reestructuración integral del museo, que ofrece al visitante la posibilidad de acercarse al conocimiento de la historia de México por medio de libros, folletos, videos, interactivos y discos sonoros.
La colección permanente del museo se compone de litografías, banderas, armas, mobiliario y accesorios tanto civiles como militares de época, combinados con diferentes reproducciones que permiten recrear museográficamente los hechos históricos, sobre todo los relacionados con las distintas invasiones militares de los siglos XIX y XX. Este museo ofrece visitas guiadas, eventos artísticos, conferencias y cursos relacionados con el tema de las intervenciones.
Se ubica en un antiguo convento que los franciscanos cedieron a la orden de los dieguinos en 1580, los cuales establecieron allí su noviciado y el colegio de formación de misioneros que evangelizaron Filipinas, China y Japón. El inmueble se usó como cuartel militar durante el siglo XIX y fue uno de los escenarios donde se libró una de las batallas más importantes contra el ejército estadounidense en 1847.
 El museo se divide en distintas salas :

•SALA Independencia,
•SALA Intervención española de 1829,
•SALA Intervención francesa o guerra de los pasteles, de 1838 a 1839;
•SALA Intervención norteamericana, de 1846 a 1848;
•SALA Intervención francesa, de 1862 a 1867;
•SALA República restaurada;
•SALA Porfiriato;
•SALA Revolución
•SALA Intervención norteamericana, de 1914 a 1916.

CONVENTO
El Convento de Churubusco, palabra que proviene del náhuatl "Huitzilopochco" que significa lugar del templo de Huitzilpochlti, tiene sus orígenes en los primeros años del siglo XVI, al establecer los recién llegados misioneros franciscanos un centro de evangelización en lo que anteriormente había sido un poblado prehispánico que databa del año 1065 d.C. Para su construcción los misioneros emplearon como en muchos otros casos de nuestro país, las mismas piedras de los templos prehispánicos para la realización de los distintos espacios religiosos, quedando el templo dedicado a la advocación de Santa María de los Ángeles. Años más tarde, el convento pasó a manos de los misioneros dieguinos, también conocidos como franciscanos descalzos, que con el paso de las décadas y gracias a los donativos de varios personajes del periodo virreinal, pudieron agregar nuevos espacios y mejorar las instalaciones con que contaban. Así el conjunto se encuentra integrado por una capilla y un área de habitaciones y claustro protegidos al norte con una huerta con árboles frutales, ventilando e iluminando sus espacios por medio de tres patios interiores así como por las huertas y el patio del descanso localizados al sur del convento .
Durante 1847, en plena intervención norteamericana, el convento fue designado sitio estratégico, razón por la cual funcionó como base de operaciones para el ejército mexicano para la defensa de la Ciudad de México, sin embargo el 20 de agosto de 1847, este convento fue escenario de una cruenta batalla en la que participaron las tropas mexicanas apoyadas por el famoso batallón de San Patricio que desde entonces hermana al pueblo de México con la República de Irlanda.



INDEPENDENCIA

La Independencia de México fue la consecuencia de un proceso político y social resuelto por la vía de las armas, que puso fin al dominio español en los territorios de Nueva España. La guerra por la independencia mexicana se extendió desde el Grito de Dolores, el 16 de septiembre de 1810, hasta la entrada del Ejercito Trigarante a la Ciudad de México, el 27 de septiembre de 1821.
El movimiento independentista mexicano tiene como marco la ilustración  y las revoluciones liberales de la última parte del siglo  XVIII. Por esa época la élite ilustrada comenzaba a reflexionar acerca de las relaciones de España con sus colonias. Los cambios en la estructura social y política derivados de las reformas borbónicas, a los que se sumó una profunda crisis económica en Nueva España, también generaron un malestar entre algunos segmentos de la población.






INTERVENCIÓN ESPAÑOLA DE 1829

Cuando Fernando VII recuperó su trono, se negó a aceptar la Independencia de México. En San Juan de Ulúa un reducto de tropas españolas se mantuvo en el fuerte y fue hasta 1825 cuando la armada mexicana logró derrotarlos. En 1827 una conspiración encabezada por el fraile dieguino Joaquín Arenas fue descubierta, el congreso formuló una ley para expulsar a los residentes españoles. En  1829 la expedición de  Isidro Barradas fue el último de los  intentos de reconquista en México, los expedicionarios penetraron por Veracruz, logrando avanzar hasta Tampico y Altamira. El 11 de septiembre de 1829 las tropas españolas capitularon ante las fuerzas comandadas por Antonio López de Santa Anna, pero el gobierno español reconoció la Independencia de México hasta 1836.




INTERVENCIÓN FRANCESA O GUERRA DE LOS PASTELES DE 1838 A 1839 

México había firmado tratados comerciales con  Inglaterra Estados Unidos y otros países europeos en 1825. Por su parte, el gobierno francés se negó a reconocer México como un nuevo país independiente hasta  1830, pues la dinastía de los Borbones gobernaba las naciones de Francia y España, y esta última no había reconocido la independencia de sus colonias. Pero con la Revolución de julioLuis Felipe I ocupó el trono, libre de todo compromiso con Fernando VII de España, firmó dos acuerdos comerciales con el gobierno mexicano.
México tenía la experiencia de las desventajas que implicaba el libre comercio con las potencias industrializadas, por lo cual el congreso desaprobó la firma de uno de los tratados. Éste permitía a los residentes franceses el comercio a menudeo en territorio mexicano. Por otra parte, en México existían constantes enfrentamientos entre federalistas y centralistas, y las luchas armadas provocaban una inestabilidad e inseguridad social a la población civil. El ministro francés Antonie Deffaudis, quien pretendía a toda costa la firma del tratado, aprovechó la disyuntiva y recabó firmas entre todos los comerciantes franceses afectados por la soldadesca para exigir indemnizaciones al gobierno mexicano por daños a sus establecimientos, entre ellos se encontraba un pastelero. Además de las indemnizaciones, el ministro exigió la firma del anhelado tratado.









INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA DE 1846 A 1848

Cuando la anexión de Texas a los Estados Unidos se concretó, el ministro mexicano en Washington dio por terminada su misión diplomática, y las relaciones entre ambos países se rompieron. El general Zachary Taylor estableció un campamento en Brownsville, al norte del  río Bravo, lugar que pertenecía al estado de Tamaulipas. Esta situación provocó una escaramuza entre soldados mexicanos y estadounidenses. El presidente James K. Polk declaró la guerra a México el 13 de mayo de 1846, el gobierno mexicano respondió de igual manera el 7 de julio del mismo año, de esta manera comenzó la primera  Intervención estadounidense en MéxicoTan solo cinco años después, durante la dictadura de Santa Anna, los colonos estadounidenses utilizaron nuevamente la estrategia de invadir y luego negociar. Con la intención de construir un ruta de ferrocarril transcontinental, los estadounidenses invadieron el territorio de La Mesilla, ante la imposibilidad de defender militarmente la frontera Santa Anna prefirió las negociaciones diplomáticas. El ministro James Gadsen fue el encargado de llevar las negociaciones demandando la venta de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Sonora y la Península de Baja California. El 13 de diciembre de 1853 Santa Anna logró disuadir las ambiciosas expectativas y vendió La Mesilla por diez millones de pesos.
 







INTERVENCIÓN FRANCESA DE 1862 A 1867

México continuó viviendo tiempos violentos a través de la revolución de Ayutla, la promulgación de la Constitución de 1857 y la Guerra de ReformaBenito Juárez fue electo presidente, al tomar el cargo el 16 de julio de 1861, decidió suspender el pago de la deuda del Estado por dos años. España, Francia e Inglaterra, principales acreedores de México firmaron la Convención de Londres el 31 de octubre, formando una alianza tripartita para exigir la protección de sus súbditos, el pago de la deuda, y la creación de un régimen estable en el país americano.
La Segunda Intervención Francesa en México fue comandada por el general Latrille, quien llevó el avance de sus tropas a través de Fortín, Orizaba y las Cumbres de Acutzingo. El 5 de mayo se confrontó la Batalla de Puebla, en la cual salieron victoriosas las fuerzas mexicanas bajo el mando del general Ignacio Zaragoza.










REPÚBLICA RESTAURADA

Los conservadores mexicanos disuadieron a Maximiliano, pero el reducido ejército imperial fue vencido el 15 de mayo de 1867. Maximiliano, Miguel Miramón y Tomás Mejía fueron fusilados el 19 de junio en el Cerro de las Campanas. Juárez retornó a la Ciudad de México el 15 de julio y fue relecto para el período 1867-1871. La situación económica en el país era deplorable, se restablecieron relaciones diplomáticas con Rusia, Italia y España. Al terminar la Guerra de Secesión, los Estados Unidos cambiaron su política de expansionismo territorial por una política de exportación de capitales, sin ser México la excepción a sus inversiones.


PORFIRIATO

Juárez se presentó como candidato y ganó las elecciones nuevamente en 1871. Porfirio Díaz, liberal moderado, que había luchado a lado de Juárez no estuvo de acuerdo con la política reeleccionista y lanzó el Plan de la Noria. Díaz fue apoyado por varios generales en Zacatecas, Nuevo León, Coahuila, Sinaloa, Sonora y Durango, sin embargo Juárez murió repentinamente el 18 de julio de 1872. Sebastián Lerdo de Tejada ocupó la presidencia y se intentó reelegir en 1876. Porfirio Díaz nuevamente bajo el concepto de no reelección publicó el Plan de Tuxtepec y desencadenando así la Revolución de Tuxtepec de la cual salió triunfante. Díaz ejerció su primer período presidencial y al terminar su mandato respeto su propia ideología de no reelección. Manuel González ejerció el siguiente período como presidente, cuando éste terminó Díaz decidió presentarse nuevamente como candidato a la presidencia. Ganó las elecciones y de nueva cuenta en el poder decidió modificar la Constitución, de esta forma se reeligió durante los comicios de 1888, 1892, 1896, 1900, 1904 y 1910. Considerando su primer período presidencial, fueron treinta años durante los cuales ejerció el poder, esta época es conocida como el porfiriato.
Con la ayuda del ejército impusó la "paz porfiriana" reprimiendo las rebeliones políticas, así como las sublevaciones indígenas de los yaquis en Sonora y de los mayas cruzoob en Yucatán. No obstante, logró un desarrollo económico por medio de inversiones extranjeras en el ramo minero y petrolero. Las propiedades eclesiásticas que fueron nacionalizadas por las Leyes de Reforma fueron vendidas a precios irrisorios, lo cual conllevó al latifundismo. La inconformidad obrera y campesina comenzó a expresarse con la huelga de Cananea y la huelga de Río Blanco, las cuales fueron reprimidas por el ejército.





REVOLUCIÓN

Durante el primer año de la Revolución mexicana Díaz renunció a la presidencia y abandonó el país. Francisco I. Madero fue electo presidente, asumió su puesto en noviembre de 1911 e intentó conseguir inútilmente la concordia entre las diferentes facciones de los revolucionarios. Las revueltas sociales fueron protestadas por los embajadores acreditados en México con el fin de asegurar el bienestar de los residentes extranjeros. Especialmente el embajador Henry Lane Wilson exigió garantías para las inversiones estadounidenses. Él y su gobierno estaban a disgusto con Madero, pues éste había creado un impuesto a la exportación petrolera.
Bernardo Reyes y Félix Díaz (sobrino de Porfirio) organizaron un golpe de estado, el cual fue apoyado por el embajador estadounidense quién en el sótano de la embajada imprimió panfletos para conseguir adeptos a la rebelión que comenzó el 9 de febrero de 1913 y que fue conocida como la Decena trágica. Madero designó a Victoriano Huerta para enfrentar la rebelión, el embajador estadounidense incitó a Huerta a unirse a los porfiristas por medio de llamado Pacto de la Ciudadela. La traición de Huerta culminó con los asesinatos del presidente Madero y del vicepresidente José María Pino Suárez. La voz popular para señalar la política intervencionista de los Estados Unidos, rebautizó el acuerdo como el Pacto de la embajada.


INTERVENCIÓN NORTEAMERICANA DE 1914 A 1916

Esta Tercera Intervención estadounidense comenzó con una fuerza de cinco mil hombres, la cual en un corto período, se incrementó a doce mil. Por primera vez en la historia militar de los Estados Unidos, se emplearon autotransportes, tanques de guerra y aviones. Carranza protestó la intervención, pero como los objetivos eran favorables a sus intereses personales, ordenó a sus hombres no confrontar a los soldados estadounidense. Las fuerzas de Villa realizaron nuevos ataques al otro lado de la frontera mexicana, y a pesar de las órdenes de Carranza, los constitucionalistas libraron batallas en Parral y el Carrizal contra los soldados estadounidenses. El gobierno estadounidense desplazó una fuerza de ciento diez mil soldados a la frontera, pero antes de comenzar la invasión se establecieron conversaciones diplomáticas en El Paso y en Atlantic City. Los gastos militares eran de un alto costo para los Estados Unidos y no se lograba el objetivo de capturar a Villa, por otra parte en Europa se libraba la Primera Guerra Mundial; ante estas expectativas el presidente Wilson decidió retirar a su ejército. Después de once meses de ocupación, los soldados estadounidenses desalojaron el país el 5 de febrero de 1917.